El fruto del Espíritu en el matrimonio: Dominio propio
Cada una de estas cualidades edifica nuestro matrimonio, acercándonos más el uno hacia el otro a medida que nos acercamos a Dios
Cada una de estas cualidades edifica nuestro matrimonio, acercándonos más el uno hacia el otro a medida que nos acercamos a Dios
Es un consuelo saber que Dios conoce nuestro nombre y nuestras circunstancias a la perfección
Tanto el que ofende como el que se considera ofendido lo hace por orgullo propio
Rut, viuda y luego madre, cuidadora de una anciana… aprendió a disfrutar del amoroso cuidado y protección de Dios
La lealtad sexual es sólo el principio de la fidelidad en el matrimonio
Jesús conoce cada una de nuestras debilidades
Un corazón lleno de bondad y nuestro compromiso a ejercer la correspondiente benignidad, celebran y demuestran nuestro amor hacia nuestro cónyuge
¿Te sientes, a veces, como si fueras una mujer anónima?
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