¡Exaltando … al Cordero que fue inmolado, derramando Su sangre para nuestra redención!
Él es Dios, es el Rey. El principio y el fin; la Verdad. El camino hacia el Padre; la Luz. El que tiene toda potestad… Es el mismo de ayer; es el Verbo. Pan de vida. Pastor y Cordero. El Autor de la fe; el Eterno. Vencedor, fiel y verdadero. Es aquel que murió por nosotros, levantado en un vil madero... El león de Judá. ¡Admirable! Dios eterno, real consejero, abogado y juez... ¡Dios supremo! La raíz de David que ha vencido… Y con arpas y cánticos nuevos los ancianos se postran y adoran, al Creador de la tierra y el cielo. Al Cordero que fue inmolado, derramando su sangre inocente, para dar redención a su pueblo. ¡Jesucristo! Señor de señores, eres digno de todo el poder, las riquezas y sabiduria, honra y gloria, alabanzas también. Los millares de seres te exaltan; tierra y cielo y lo que en ellos hay, con sus voces proclaman tu gloria: ¡¡¡Rey de reyes, bendito Emmanuel!!!