¿Os gustaría saber cómo el ateo más relevante del siglo pasado llegó a creer en la existencia de Dios?
Antony Flew, fue un renombrado profesor inglés que enseñó en diversas universidades del Reino Unido. Flew pasó la mayor parte de su vida defendiendo el ateísmo y combatiendo la fe cristiana. Sus conferencias y sus libros le convirtieron sin duda alguna en el filósofo ateo más influyente del siglo 20. Sin embargo, el título de su último libro resulta sorprendente: “Hay un Dios”. Y el subtítulo no es menos intrigante: Cómo el ateo más relevante del siglo XX cambió su mente. ¿Os gustaría saber cómo el ateo más relevante del siglo pasado llegó a creer en la existencia de Dios? En este artículo y los siguientes vamos a examinar cómo los avances científicos llevaron al mayor ateo del siglo pasado a la convicción de que hay un Dios Creador.
EL MÉTODO CIENTÍFICO Y EL ORIGEN DE LA VIDA
El método usado por los científicos para el estudio de la naturaleza se denomina “método científico” y consta de 3 fases. En primer lugar, los científicos establecen una pregunta a la que quieren encontrar respuesta. Una vez definida la pregunta, se formulan una o varias respuestas posibles; estas respuestas se denominan hipótesis. Finalmente se procede a la observación cuidadosa de la naturaleza, o del resultado de un experimento para decidir cuál de las hipótesis se ajusta mejor a la realidad.
LA PREGUNTA CLAVE
El primer paso del método científico consiste en definir claramente la pregunta que queremos contestar. En nuestro caso la pregunta es: ¿Cómo se originó la vida sobre la Tierra?
HIPÓTESIS
El siguiente paso del método científico consiste en proponer varias hipótesis, es decir, varias respuestas posibles a nuestra pregunta. Las dos principales respuestas a la pregunta del origen de la vida son la hipótesis naturalista y la hipótesis del diseño. El Naturalismo o Materialismo propone que la vida surgió espontáneamente a partir de la materia inerte. El Diseño propone que los seres vivos poseen características que se explican mejor por la actividad de un agente inteligente.
OBSERVACIÓN
El tercer paso del método científico consiste en la observación cuidadosa de la naturaleza para determinar cuál de las hipótesis se ajusta a la realidad. En el caso de la vida y su origen se debería observar las características fundamentales de los seres vivos y decidir si estas características indican un origen material o un origen inteligente.
¿QUÉ ES LA VIDA?
Si queremos hallar respuesta a la pregunta ¿cómo se originó la vida?, debemos empezar por entender qué es exactamente eso que denominamos “vida”.
Cuando examinamos un ser vivo, observamos que su cuerpo está formado por células. Todos los seres vivos llevamos a cabo muchas y diversas actividades, y para realizarlas nos servimos de nuestras células. De hecho, todas las actividades de los seres vivos suceden como consecuencia de la actividad de sus células. Veamos algunos ejemplos: Respiramos porque los glóbulos rojos llevan el oxígeno a la sangre. Nuestro corazón late porque las células que forman el tejido que lo envuelve se contraen y estiran al unísono. Pensamos porque unas células llamadas neuronas forman una red a través de la cual se transmiten y procesan señales eléctricas. Todo lo que hacemos es la consecuencia de algo que tiene lugar en el interior de nuestras células. La célula es la unidad básica de la vida. Por lo tanto, si queremos comprender qué es exactamente la vida, debemos observar el interior de la célula porque, sea lo que sea la vida, está dentro de la célula. Debemos pues hacernos la pregunta… ¿Qué hay dentro de la célula que le permite realizar todas las actividades necesarias para sostener la vida?
En la segunda mitad del siglo 20, nuestro conocimiento del interior de la célula aumentó exponencialmente. Nuestro concepto de la vida ha cambiado radicalmente en los últimos 50 años. Hoy la ciencia ha descubierto que la mayor parte de la actividad celular es llevada a cabo por pequeñas máquinas denominadas máquinas moleculares, de modo que la vida es, en realidad, el resultado de la actividad de billones de máquinas moleculares que trabajan constantemente en el interior de nuestras células.
ENSAMBLAJE AUTOMÁTICO
Las máquinas moleculares que realizan sus funciones constantemente en el interior de nuestras células son fabricadas por las mismas células. La célula es en realidad una factoría en la que se fabrican, una a una, los millones de piezas que ensambladas dan lugar a las máquinas moleculares que son la base de la actividad celular y, por tanto, el sustrato de la vida.
INFORMACIÓN GENÉTICA
En el interior de la célula, los múltiples procesos de fabricación y ensamblaje automatizado de máquinas moleculares son dirigidos por la información genética codificada en la molécula del ADN.
DEFINICIÓN DE VIDA
La vida, pues, es el resultado de la actividad de millones de máquinas moleculares. Las máquinas moleculares son construidas mediante procesos de ensamblaje automatizado. Estos procesos de ensamblaje automatizado son controlados por la información genética.
En los próximos artículos vamos a examinar estos tres fascinantes aspectos de la vida y observaremos cómo cada uno de ellos muestra claras evidencias de haber sido diseñado.