¿Qué frutos estamos dando al Señor en nuestra viña?
Un hombre rico, hacendado,
plantó en su viña una higuera,
esperando que algún día
tendría buena cosecha.
La higuera se hizo muy grande,
y con tan hermosas hojas
que daba abrigo a las aves
y al labrador daba sombra.
El dueño la visitaba
y cuidaba con esmero,
esperando que la higuera
le diera fruto a su tiempo.
Año tras año esperaba
con paciencia coger fruto,
pero los años pasaban
y fruto no dio ninguno.
Entonces se disgustó
y ordenó cortar la higuera,
que le había defraudado
y ocupado buena tierra.
Pero el viñador le dijo…
Señor, déjala otro año.
Tiempo hay de cortar la higuera.
Quizás el año que viene
podamos tener cosecha.
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Reflexión sobre el poema
¿Qué frutos estamos dando
al Señor en nuestra viña?
Y… ¿qué aves malignas guardamos
entre nuestras ramas muertas?
¡¡Señor... déjame otro año!!
¡¡ El próximo habrá cosecha!!