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Consultorio médico: La acidez recurrente

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La enfermedad por Reflujo Gastroesofágico

Cuando comemos y sentimos que algo “nos cayó pesado” y comienza una quemazón en nuestro pecho, o incluso dolor, puede ser un motivo de preocupación y consulta de guardia, pensando que puede ser de origen cardiológico, aunque generalmente está relacionado a algo gastrointestinal. La acidez es un problema habitual con el que muchas luchamos. Sin embargo, si no consultamos oportunamente, la acidez puede convertirse en un problema. Podemos pensar que auto medicarnos es una solución, pero debemos ser responsables si estos episodios ocurren reiteradamente.

La enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) es una condición clínica en la que el contenido gástrico refluye al esófago produciendo síntomas y complicaciones, principalmente lesiones en la mucosa. En Argentina, por ejemplo, alrededor del 23% de la población padece esta enfermedad, y su incidencia aumenta cada día.

Las causas son multifactoriales: alteraciones a nivel del esófago (a nivel del clearence esofágico) o peristaltismo (movimiento que hace el esófago), alteraciones en la mucosa o hipersensibilidad. La alteración puede ubicarse también a nivel de la unión gastroesofágica; por ejemplo en aquellos pacientes con hernia hiatal o con alteraciones en la relajación del esfínter esofágico inferior. En otros casos, el reflujo biliar, el contenido gástrico y la producción de saliva pueden causar la ERGE.

Los síntomas más frecuentes que se presentan son regurgitación y pirosis (acidez). También podemos encontrar síntomas extraesofágicos como laringitis recurrente, tos crónica (principalmente diurna, al levantarse de la cama o asociada a alimentos), ronquera, disfonía, asma y sinusitis.

¿Qué deberíamos hacer si padecemos alguno de estos síntomas? Consultar al médico de cabecera en primer lugar, preferentemente clínico, para que luego haga una derivación oportuna o algunos estudios acordes a la impresión o sospecha diagnóstica, por ejemplo: una VEDA (Video Endoscopia Digestiva Alta), un monitoreo del reflujo (PHmetría) o una prueba terapéutica con medicación de 8 a 12 semanas. En base al resultado de estos estudios, su médico podrá determinar si padece de ERGE y descartar otras patologías.

Algunas recomendaciones sugeridas en caso de presentar síntomas ya mencionados:
Perder peso en aquellos pacientes con obesidad.

Evitar comer en las 2 a 3 horas previas a acostarse.

Evitar bebidas carbonatadas (gaseosas).

Evitar “comidas gatillo” (comidas con alto contenido graso, cítricos, picantes, chocolate, alcohol, café) ya que reducen la presión del esfínter esofágico inferior.

Evitar tabaquismo.

Elevar cabecera de la cama (pero no colocando una almohada más alta).

Dormir en decúbito lateral izquierdo (sobre su costado izquierdo)

El tratamiento farmacológico consiste en inhibidores de bomba de protones (IBP) durante 8 a 12 semanas, y luego como mantenimiento. Se deben consumir 30 a 60 minutos antes de la comida y cena, en caso de que se necesite dos veces al día. De confirmarse que padece la ERGE, deberá continuar, pero con la menor dosis posible indicada por su médico; si no padece esta enfermedad, podrá discontinuar el tratamiento o usar a demanda, es decir, sólo cuando lo necesite. Existen otros fármacos como proquinéticos (Metoclopramida) o Sucralfato que pueden utilizarse, pero deben ser indicados por su médico de cabecera de acuerdo a sus necesidades.

Los IBP, como por ejemplo el Omeprazol, también pueden tener efectos a largo plazo tales como infecciones intestinales, diarrea, cefalea, anemia, gastritis atrófica, hipomagnesemia y déficit de vitamina B12, entre otros. Por eso es muy importante que no se auto medique, sino que consulte para estar bien informado y tratado adecuadamente.

Florencia Kozak