¿Puede lo que comemos influir en cuánto vivimos?
Un estudio realizado con un millón de personas y publicado en la revista “Advances in Nutrition”, ha analizado la relación entre el consumo de diversos grupos de alimentos y el riesgo de mortalidad.
Este mega estudio evaluó otros 41 estudios que incluyen datos de más de un millón de personas. Los científicos analizaron los efectos del consumo de 14 grupos de alimentos en la mortalidad, tanto en comparaciones de consumo alto como bajo, además de analizarlo por porciones diarias. Sus conclusiones deberían motivarnos para llevar a cabo una alimentación que nos ayude a tener una vida más larga y saludable.
Alimentos que alargan la vida
Los resultados de este estudio fueron bastante claros. Consumir frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales y pescado se asocia con una menor mortalidad. ¿Por qué? La clave está en que estos alimentos son ricos en nutrientes como ácidos grasos saludables (Omega 3), vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. Todos estos nutrientes están relacionados con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes tipo 2.
Las legumbres y la carne blanca (pollo o pavo) también mostraron beneficios, aunque en menor escala.
Alimentos que podrían acortar la vida
Por el contrario, el consumo elevado de carnes rojas, carnes procesadas, (como embutidos) y bebidas azucaradas se asoció con un mayor riesgo de mortalidad. ¿Por qué? Porque estos productos están ligados a procesos inflamatorios, enfermedades cardiovasculares, y son resistentes a la insulina.
Además, se observó una tendencia hacia un mayor riesgo, con alto consumo de azúcares añadidos, cereales refinados y huevos, aunque la evidencia en estos últimos fue menos consistente.
¿Y los lácteos?
Los productos lácteos no mostraron una asociación clara con la mortalidad. Algunos científicos sugieren que podrían tener efectos neutros o podrían ser incluso beneficiosos si se toman en pequeñas cantidades o cantidades moderadas, pero aún se requieren más investigaciones para llegar a conclusiones definitivas.
Recomendaciones
Este estudio pone de manifiesto las recomendaciones nutricionales en las que desde esta página siempre hemos hecho énfasis. Es decir, una alimentación rica en productos vegetales (frutas, verduras, hortalizas), fuentes saludables de proteínas (legumbres, frutos secos, pescado y carne blanca), y limitar el consumo de carnes rojas, procesadas y productos azucarados.
Resumen
Aumentar el consumo de:
Frutas y verduras variadas.
Frutos secos y semillas.
Cereales integrales (avena, arroz, quinoa).
Legumbres (lentejas, garbanzos, soja, judías).
Pescado, pollo y pavo.
Limitar el consumo de:
Alimentos ultra procesados y con azúcares añadidos.
Refrescos y bebidas azucaradas.
Embutidos y carnes rojas.
Lo que hoy pones en tu plato, tendrá un impacto directo en tu salud y tu esperanza de vida.