LA REVISTA CRISTIANA PARA LA MUJER DE HOY
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Poesía: Dios llama a Rut

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«No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.» Rut 1:16

Camina Noemí junto a sus nueras…
Regresa a su pueblo, al que dejó,
llena su vida de amoroso apoyo 
por lo que en tierra de Moab perdió.

Yo nada tengo, repite a las mujeres,
volved a vuestro pueblo y vuestro dios…
Solo dolor, tristes recuerdos tengo;
Pues contra mí, Jehová Su mano alzó.

Alzan su voz en llanto acongojado:
¡Contigo iremos! exclaman con amor.
Pero una de ellas la besa en despedida…
Mas Rut, ha tomado ya su decisión.

No he de dejarte, de ti no he de apartarme;
Dondequiera que fueres, iré yo.
Donde vivieres, viviré contigo;
Desde hoy, mío es tu pueblo, mío también tu Dios.

¿Qué fue, Rut, esa atracción tan fuerte?
Si por mano de Dios Noemí sufría…
Si con dolor tan grande regresaba…
Si tú, también, desamparada estabas…

¡Oh misterio inescrutable, inmenso!
Dios atrae aun en pruebas y quebrantos.
El llamado de Dios es tan potente,
Que, aun disciplinando, Su amor arrastra cual torrente.

¡Qué maravilla de amor del Soberano!
¿Por qué canal penetra al corazón?
Y atrae, como a Rut, para, a la postre,
recompensar con grande galardón.

Inés de Plando