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Creación y ciencia: Funciones biológicas

Las funciones biológicas de los seres vivos son el resultado de sistemas irreduciblemente complejos que no pueden surgir por evolución gradual

Cuando estudiamos las distintas especies de animales y plantas observamos que, en general, distintas especies llevan a cabo distintas funciones. Por ejemplo: la gacela corre, el ave vuela, el pez nada.

¿Qué hace que un organismo corra y otro vuele y otro nade?

A primera vista podríamos asociar a cada función un órgano; las patas sirven para correr, las alas para volar y las aletas para nadar.

Sin embargo, un examen más detallado revela que todos los organismos vivos llevan a cabo sus funciones clave usando sistemas formados por varios órganos. Por ejemplo, el ave puede volar porque posee en sus hombros un sistema de poleas que generan el impulso necesario para mover sus alas.

El estudio de estos sistemas ha revelado que la mayoría poseen una propiedad denominada «complejidad irreducible».

A continuación, vamos a explorar esta propiedad de los organismos vivos y a ver qué nos enseña sobre el origen de las diferentes especies de seres vivos. La idea fundamental que debemos retener es esta: Las funciones biológicas de los seres vivos son el resultado de sistemas irreduciblemente complejos que no pueden surgir por evolución gradual.

Para comprender la importancia de la Complejidad Irreducible pensemos un ejemplo que todos conocemos bien: una trampa para atrapar ratones.

Una trampa para cazar ratones es un sistema compuesto por varios elementos. Estos elementos son: (1) una plataforma sobre la cual se encuentran (2) una catapulta denominada martillo la cual está sujeta por (3) un muelle y (4) un cebo. Observemos 3 características de este sistema: (A) La función que cumple es el resultado de la interacción de sus diversos componentes. (B) Si eliminamos un componente causaremos que el sistema deje de cumplir su función. (C) No hubo trampas de ratones sencillas que atraparan ratones.

Los seres vivos son similares a la trampa para ratones en estos tres aspectos:

1.       Las funciones biológicas son el resultado de sistemas de varios elementos.

2.       Los sistemas no pueden simplificarse sin perder la función que desempeñan.

3.       Las funciones no pueden adquirirse gradualmente

De la misma forma que una trampa para ratones consigue su objetivo cuando todos sus elementos funcionan coordinándose entre sí, así también los seres vivos consiguen llevar a cabo sus funciones cuando todos los órganos cooperan entre sí.

Un claro ejemplo de esta interdependencia lo encontramos en el escarabajo bombardero. El borde de la cola del escarabajo bombardero está equipado con un par de “rociadores” (o aberturas de glándulas) que sirven para disparar su munición gaseosa. El gas está compuesto por dos reactivos químicos—peróxido de hidrogeno e hidroquinona. Cuando el escarabajo contrae su esfínter, estos dos químicos se mezclan con enzimas catalíticas. La reacción química resultante aumenta la temperatura al punto de la ebullición del agua (100ºC). Mientras que la válvula rociadora se cierra para proteger los órganos del escarabajo, la mezcla de gas y humo sale disparada a 212 grados Fahrenheit (100ºC). Algunas clases de escarabajos bombarderos pueden dirigir sus rociadores y disparar en casi cualquier dirección con la ayuda de placas deflectoras. Todos ellos le aciertan a sus objetivos con la precisión de un francotirador.

Los sistemas no pueden simplificarse sin perder la función que desempeñan.

Se necesita que todos los componentes estén operativos para poder producir una función.

Las funciones biológicas de los seres vivos son el resultado de sistemas irreduciblemente complejos que no pueden surgir por evolución gradual. Debido a que:

Las funciones biológicas son el resultado de sistemas de varios elementos.

Los sistemas no pueden simplificarse sin perder la función que desempeñan.

Las funciones no pueden adquirirse gradualmente

Todo ello tiene una consecuencia lógica: nos indica que los sistemas biológicos no pudieron formarse mediante procesos evolutivos, tuvieron que ser funcionales desde el primer momento, y eso señala a una creación de las especies, tal y como se relata en el Génesis.

Ramón Gómez

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