¿Cuáles son las causas de la obstrucción intestinal?
Comenzaremos una sección donde trataremos distintas problemáticas que debemos tener en cuenta frente a un dolor abdominal. Por supuesto, habrá que considerar nuestros antecedentes, el tipo e intensidad del dolor, si hay fiebre o equivalentes, lo que será una pauta para consultar con prontitud a una unidad de emergencias o continuar estudios ambulatorios con el médico de cabecera.
La oclusión intestinal es una detención parcial o total del tránsito intestinal, lo que resulta una consulta frecuente para los cirujanos. Las oclusiones pueden clasificarse en función de la causa: si es por algo mecánico a raíz de una obstrucción en el intestino, o si es algo funcional, relacionado con la motilidad intestinal.
Depende del nivel, si es alto (duodeno y primeras asas del yeyuno) o bajo (últimas asas del yeyuno y/o el colon). Y según el tiempo de aparición: si es de inicio brusco o crónico, es decir, progresivo.
¿Por qué es importante saber que existe la oclusión? Hay pacientes que presentan constipación (estreñimiento) y que lo consideran como su ritmo evacuatorio normal, pero es importante realizar estudios endoscópicos acordes a la edad; y principalmente si hay antecedentes de cáncer a nivel del colon. Si el paciente está constipado (estreñido), no elimina gases, tiene su abdomen distendido, hay dolor importante y levanta fiebre, debe consultar al servicio de urgencias médicas con prontitud.
La clasificación por causas de oclusión intestinal puede dividirse en tres:
Intrínsecas: Tumores benignos o malignos, enfermedades inflamatorias (ej.: enfermedad de Crohn), causas infecciosas como tuberculosis, diverticulitis, radiación, traumatismos.
Externas: Adherencias, hernias, compresión por tumores, quistes.
Obturación: Cuerpos extraños, cálculos, parásitos, bezoares (acumulación de productos digeridos parcialmente o no digeridos que no pueden evacuarse).
Es importante recordar que la causa más frecuente de íleo funcional (obstrucción intestinal) es en el estado postoperatorio normal. Si alguna vez fue hospitalizado por causa abdominal, recordará que se le pregunta en la recorrida de sala si pudo defecar, si elimina gases, si siente dolor abdominal o no.
El médico, para evaluar y diferenciar el diagnóstico, deberá realizar un interrogatorio, laboratorio y estudio por imágenes. A nivel del examen físico, los síntomas que se pueden presentar son dolor, vómitos, distensión abdominal (que dependerá del sitio de obstrucción), falta de eliminación de gases o defecación. Se le pedirá un laboratorio donde se podrán encontrar alteraciones en el ionograma: potasio, cloro y, en caso de mayor gravedad, signos inflamatorios como aumento de los glóbulos blancos, aumento del ácido láctico, aumento de la amilasa.
En el ámbito de una guardia es importante que se puedan realizar estudios tales como una radiografía de abdomen, de pie o acostado, ecografía abdominal o, dependiente de la observación del médico tratante, una tomografía computada con contraste endovenoso.
Dependiendo del diagnóstico, el médico tratante determinará si es de resolución quirúrgica o la conducta será reposo digestivo.
La importancia de conocer esta patología, aunque mayormente conocida por el médico cirujano, es poder estar alerta frente a un dolor o distensión abdominal, acompañada de falta de eliminación de gases y que no mejora con el correr de los días. Hay que recordar que la frecuencia de nuestras catarsis dependerá del tiempo de digestión de cada persona, de la alimentación (fibras, hidratos), de la medicación habitual y de la hidratación.